Cuido niños de astronautas mientras van a la Luna

Mi amiga estaba sentada en un lugar público, a su lado un hombre joven no tan joven, aseado, bien vestido, con cara infantilota. Un padre dejó un niño en el sofá grande del centro comercial y se alejó entrando a uno de los locales.

- ¿Qué haces? Le preguntó el chico que se sentó a su lado.
- Yo, cuido niños de astronautas. Le dijo el joven.
- ¿En serio?
- Si, ¿conoces a alguien más que lo haga o tienes algún vecino astronauta?
- No, es que mi padre dice que para ser alguien debo ir a la Universidad.
- Ah, claro por supuesto, yo crecí y ya he ido tres veces. Las dos primeras me fue bien y la tercera me fue mal. Además sé hacer otras cosas que aprendí en la Universidad.
- ¿En serio?
- Si.
- ¿Y tienes que trabajar mucho? ¿Te da tiempo para ver a tus hijos?
- No, trabajo solamente cuando hay vuelos ínter espaciales y además es mientras van a la Luna.
- Yo fui al Museo de Ciencias y vi la luna, las estrellas y los planetas, aprendí mucho con el profe.
- Bueno, pregúntale a tu profesor, dile que te enseñe todo. Que tú quieres saber de la vida de los astronautas. Todo eso es matemática. Es un tanto difícil.
-Yo sé mucho, los números de mi casa, de la alarma, del computador, porque yo entro cuando juego solo y además tengo mi celular.
- Ya, yo te doy mi mail y luego chateamos. Yo te digo lo que yo sé y tú me dices lo que sabes y vemos quién sabe más.
- Bueno. Pero le tengo que pedir permiso a mi papá. Espera que regreso.

Eso fue todo lo que escuchó mi amiga congelada en el sofá. El hombre nervioso se paró, la miró y se perdió. Fijó la vista en su ropa y leyó un cartel en su espalda. Decía:
“Cuido niños de astronautas cuando van a la Luna y además, soy pedófilo. No me puedo contener”.

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