En el Aula Magna de la Universidad de la Habana, aproximadamente año 1990, Benedetti, ofreció una conferencia magistral en la noche de un día y un mes que no recuerdo, pude estar allí sentada escuchando, es más, corrí cuando abrieron las puertas para estar entre los primeros no invitados. Lo que sí recuerdo, perfectamente, entre las cosas que dijo, refiriéndose a sus textos plagiados por otros autores, fue que lo peor no era el plagio sino, la fotocopia.
Acabo de leer un artículo que encaja perfectamente en este blog, a pedir de boca, siguiendo esta recomendación prefiero no caer en la tentación, respetar el derecho de autor e ir al grano; se trata de dos entrevistas a dos matronas chilenas que realizan el parto en casa, las experiencias de estas profesionales de la salud y de cada uno de sus partos, imagino, dan para un libro o varios. Transcribo un fragmento con las palabras de una de ellas que resume su experiencia y dice:
…“Mi experiencia es muy buena. La mayoría de las mamàs que quieren tener una guagua en casa son jóvenes y sanas y todas son unas convencidas de que ellas pueden, y confían en mí. Saben que si en algún caso hubiera problema yo voy a saber colaborar con ellas y las voy a trasladar a un centro asistencial si es necesario”…“las mujeres que eligen tener parto en casa es porque no quieren tener nada que ver con la parte médica y hospitalaria. Sienten que las invaden y que violentan su experiencia, que les quitan a su hijo y la separan de su familia, de su marido y sienten que parir es natural, es algo fisiológico, como comer o ir al baño, poniéndolo en la comparación que corresponde, claro. Yo, como mujer, tengo que saber qué me pasa y permitir que me pase. Es como cuando tengo hambre y como, porque es satisfactorio y placentero. Cuando el parto no es natural no te dejan que duelan las contracciones y yo creo que nada es comparable con tener un hijo en los brazos después de haber parido y después de haber tenido todo este proceso hormonal y espiritual.”
Esto es tomado de un artículo de Verónica Marinao, Revista Mujer, Edición 4/5/2008. Chile.
Lean el artículo, muy interesante. Me hubiese encantado conocer a estas matronas, correr yo por la entrevista como corrí para escuchar a Benedetti. Ellas, son mujeres sabias que han sabido mantener con profesionalidad un legado de siglos y convertir el "puja mamita, puja" en un canto, me refiero como dice la autora del texto, a la excepcional experiencia de parir en casa como mismo se come, se bebe o ama.
Acabo de leer un artículo que encaja perfectamente en este blog, a pedir de boca, siguiendo esta recomendación prefiero no caer en la tentación, respetar el derecho de autor e ir al grano; se trata de dos entrevistas a dos matronas chilenas que realizan el parto en casa, las experiencias de estas profesionales de la salud y de cada uno de sus partos, imagino, dan para un libro o varios. Transcribo un fragmento con las palabras de una de ellas que resume su experiencia y dice:
…“Mi experiencia es muy buena. La mayoría de las mamàs que quieren tener una guagua en casa son jóvenes y sanas y todas son unas convencidas de que ellas pueden, y confían en mí. Saben que si en algún caso hubiera problema yo voy a saber colaborar con ellas y las voy a trasladar a un centro asistencial si es necesario”…“las mujeres que eligen tener parto en casa es porque no quieren tener nada que ver con la parte médica y hospitalaria. Sienten que las invaden y que violentan su experiencia, que les quitan a su hijo y la separan de su familia, de su marido y sienten que parir es natural, es algo fisiológico, como comer o ir al baño, poniéndolo en la comparación que corresponde, claro. Yo, como mujer, tengo que saber qué me pasa y permitir que me pase. Es como cuando tengo hambre y como, porque es satisfactorio y placentero. Cuando el parto no es natural no te dejan que duelan las contracciones y yo creo que nada es comparable con tener un hijo en los brazos después de haber parido y después de haber tenido todo este proceso hormonal y espiritual.”
Esto es tomado de un artículo de Verónica Marinao, Revista Mujer, Edición 4/5/2008. Chile.
Lean el artículo, muy interesante. Me hubiese encantado conocer a estas matronas, correr yo por la entrevista como corrí para escuchar a Benedetti. Ellas, son mujeres sabias que han sabido mantener con profesionalidad un legado de siglos y convertir el "puja mamita, puja" en un canto, me refiero como dice la autora del texto, a la excepcional experiencia de parir en casa como mismo se come, se bebe o ama.
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