¿Dónde está la felicidad?



Él, amablemente, el sábado pasado posó para esta foto que al parecer revela toda su personalidad y parte de la mía. Al verla en la pantalla del computador detenidamente, pasaron algunas cosas por mi mente.
Puede ser que toda nuestra experiencia de vida tome sentido a partir de nuestro entendimiento de la relación existente entre la conciencia y la materia, entre el ser y el pensar y la relatividad del espacio y el tiempo, o del nacimiento de un hijo ya que estamos en "PM,p" pero aunque así no fuera, inevitablemente como seres sociales pasamos en la vida por este cuestionamiento y otros muchos. Tenemos una mirada preconcebida del otro y así nos movemos en sociedad, los ghettos ya se han extrapolado a la realidad virtual o cibernética y han cambiado de color, la evaluación del otro nos lleva por caminos insospechados, puede ser que recibas un mail donde te digan que ya leyeron el cuento que publicaste y el que escribiste tú, y en ese momento reacciones y te des cuenta que hay personas que leen dos por uno, y que la ficción pierde gracia, o que puedes tener o ser una aguafiestas, que nos preocupemos en demasía por las exactitudes que arrojan los ultrasonidos y paguemos en consecuencia e innecesariamente elevados costos médicos, que hagamos un Test de Raven espectacular y luego no tengamos cara para pedir el vuelto incompleto en una caja de pago, escudándonos en que tratamos de comprender el límite de las miserias humanas o cara para hacer otras cosas que realmente serían productivas. Pueden ser muchas cosas y pensar que la realidad es toda matemática, química o física, cada quien la verá como guste o como le hayan enseñado o hasta donde le permita su capacidad o incapacidad. Cuando esta persona pasó frente a mi, amablemente, pidió permiso para no cruzarse en la foto, podría ser cuerda o ingenua al pensar que él en ese instante estaba en un intervalo lúcido y quiso y pudo ser amable y sentía que lucía bien con traje y bastón para una fotografía. Más tarde lo vimos almorzando en la playa digamos que, elegantemente comiendo de un cartucho en su mano y nosotros, cuerdos, apurando el paso en un no lo mires, no lo mires para llegar a un local comercial y comer algo sentados en una mesa, civilizadamente.
Me he tomado el atrevimiento de subirlo a mi sitio junto a mi, porque hoy, en el mundo de los cuerdos, han encontrado un feto en un jardín de la comuna de Vitacura, pero no tengo hoy la menor intención ni estomágo, para postear este hecho tan desagradable y menos saber de quién es el feto, cosa que muchos quieren saber desde las siete de la mañana, prefiero continuar desde el ocio, en lo que me resulta inexplicable. ¿Seremos nosotros los intrusos en su mundo y, su pose una broma o pura inconciencia? Pienso, luego ¿existo?¿Dónde está la verdadera felicidad? Supongo que hasta podría ser en el reggeatton que ahora mismo, una vecina desconocida escucha y que me trae, insoportablemente, de vuelta a la realidad. No lo sé, pero si sé, que este señor que ven en la foto en este post que no pretende menoscabar, este señor andaba feliz cuando posó el sábado para la foto.

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