PLANIFICACION Y NACIMIENTOS

Toda una vida de organización y ejecutar acciones. Cualquier sueño se planificaba y se transformaba en meta. Así iba desarrollando mi vida en todos los ámbitos, familiar, social, académico y laboral.


Tras decidir embarazarme, y planificar que era lo mejor para todos en términos de tiempos y estados anímicos, coincidimos que la primavera era buen momento para la llegada de un nuevo miembro a la familia, así que en campaña nos pusimos, claro que en realidad no hubieron varios intentos, a la primera y listo, ya estaba embarazada.


Luego comenzar a pensar que podría ser una nena, genial!!!, así se podrían fortalecer las ideas de género y además tendría todos los privilegios de poder hacer las cosas que yo quise hacer y que nunca me atreví, quizás por el estilo de crianza que tuve. Nombre para ella tenía y los aros los había visto hacía mucho tiempo en una revista.


Bueno se planificó todos los detalles del nacimiento, en donde sería, conocer al equipo médico, las condiciones mínimas necesarias para la llegada del nuevo integrante de la familia, listas de cosas que había que comprar (lo básico, nada muy complicado), se realizaron simulaciones para cronometrar el tiempo en llegar del depto. a la clínica, leer revistas que te orientan algo, en fin.


Sin embargo para sorpresa de la madre, o sea, yo en la ecografía del 5º mes el médico indicó que era un nene. Todo el embarazo muy bien, con los privilegios de estar embarazada, eres el centro de todo, todos te llaman para saber como van, con los permisos para comer de todo y cuanto uno se le ocurra, con todos los regaloneos y cariñitos que te dan, y en el trabajo, te tratan con mucho cariño, te encargan menos cosas, para que no te estreses mucho y trabajes bien.



Así, que acordamos implementar todas las cosas a la salida del prenatal, pintar la pieza del niño, comprar las cosas que se requerían, etc, todo lo que contenían esas listas que se mejoraban (agregaban cosas) cada vez que se revisaba. Sólo se tenía una pequeña camita (se les llaman Moisés) que una amiga tenía desocupada y que le quitaba espacio en su casa, unos calcetines, un osito y un bolso, que otras amigas nos habían regalado cuando se enteraron de la noticia.



No obstante un día después de la oficina, en el control médico de la semana 32, algo no funcionó bien y se indicó un examen sumamente tecnologizado para unos días después, y nada…ese día el médico dijo que era necesario practicar una cesárea, y a las 20 hrs. estaba en la clínica, con una ropa de bebé que pasé a comprar camino a ella. Así que toda la planificación realizada no sirvió de mucho. Lo bueno es que las cosas se hicieron oportunamente y nació muy bien mi hijo, aunque era muy pequeñito, y como todo fue tan rápido ni nombre tenía, así que buscamos en la guía de teléfonos un nombre que rimara con Carlos. El día del nacimiento de mi primer hijo ha sido el momento más maravillo que he vivido.



Con el tiempo dado que Carlos, había crecido un poco, era necesario darle una hermanita (puro convencionalismo, es muy bueno ser hijo único por varios motivos que los analizaremos en otros momentos). Así que en esta oportunidad se implementaron acciones más concretas para que fuera niñita. En los 90’ no se sabía muy bien cómo lograr acertar el sexo del bebé, sin embargo todo lo que leí para lograrlo, lo implementé.



En fin, luego de la ecografía del 5º mes, venía otro niño. Ya ese mes tenía el bolso de ropa listo por cualquier eventualidad, ropita nueva y de su hermanito mayor. Era una madre con experiencia, así que todo sumamente organizado, pero los meses pasaban y pasaban. Ya estaba cansada con la barriga grande, además que Carlos tenía 2 años y medio y demandaba mucho tiempo para juegos.



Disfruté mucho el pre-natal, momento no vivido antes. Llegaron las 40 semana y yo a un nuevo control a las 11 hrs en la clínica, que a esas alturas eran semanales, por los inconvenientes del embarazo anterior y con la creencia de que sería otra cesárea, aunque tenía una matrona maravillosa que sólo hablaba del parto natural. Debo reconocer que no le creía mucho, así que a ese monitoreo llegue con la idea de planificar la cesárea, y oh!!! Nueva sorpresa!!!, estaba de parto. Pedí me dejaran ir a buscar el bolsito, que llevaba meses listo (la ropita la sacaba todas las semana para ventilarla y armar de nuevo el bolso), pero nada, me mandaron al piso 6 a hacer los trámites de hospitalización y que avisara porque el niño nacería ese día. En fin, nuevamente la planificación no resultó pero salió todo bien y con parto natural (la matrona tenía razón), y en esa oportunidad hasta nombre tenía, así que nació mi segundo hijo Arturo, era igual que yo, aún lo es, eso no es muy bueno.



Pasó el tiempo y el tiempo, y nuevamente decidí embarazarme, así que comenzó nuevamente la planificación. En esa oportunidad ya existía más conocimiento para planificar el sexo del bebé y me hice un seguimiento folicular, seguí todas las indicaciones que me dio el médico, los días precisos, las formas y la frecuencia. Llegó la ecografía del 5º mes, y era…..”Un Niño”, pues nada, bien igual, claro que en realidad no me convencí hasta que lo ví, era hermoso y menos mal que nunca compré los aros de niñita que me encantaban.

El parto, que fue con la misma matrona y fue por supuesto un día sábado, pero esas cosas pasan – días inhábiles – y son factibles considerando que era un parto natural, sin embargo, justo ese fin de semana, mi doctor que siempre está, se encontraba fuera del país (se fue un viernes y regresaba un domingo), me lo había dicho y como buen profesional me había dado los teléfonos del doctor que lo cubriría, sólo para tranquilizarme, y por supuesto nunca lograron contactarme con ese doctor, así que llamamos a una amiga que recién había salido de la beca de ginecología y obstetricia. Lo bueno es que ahora ella y la matrona que no se conocían hasta el parto de Sebastián, mi tercer hijo, forman un equipo estupendo orientado a desarrollar los partos de la manera más natural posible.


Así puedo dar una evidencia concreta de que la planificación y la naturaleza, no tienen por donde juntarse, y el nacimiento de cada uno de mis tres hijos es un hecho fehaciente de ello.


Para compartir de ALEJANDRA


Hay mujeres que son expertas en temas de maternidad, creo que este blog que es experimental, podrá ser de gran ayuda, porque si bien es cierto que contamos con mucha información, hay detalles que son desconocidos y que es mejor tenerlos de primera mano. Alejandra, gracias por compartirlos, a veces, uno piensa que las cosas llegan del aire y cuando no llegan nos damos cuenta que si, que hay que planificarse y, con tiempo, por la edad y otras cosas aunque los bolsitos no haya tiempo para tenerlos en el momento justo y el sexo no sea el esperado, pero en fin, me refiero a que cuando se quiere ser mamá hay que pensar en eso. Nuevamente, gracias.

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